Frank Josué Solar Cabrales, la alegría de cumplir con un deber

Desde su surgimiento, el espacio Cultura y Nación: el misterio de Cuba ha intentado prender el mechero de la curiosidad histórica en sus asistentes y colaboradores. El pasado jueves 14 de marzo se continuó este impulso al pie de la letra

El autor centró su disertación en los hechos ocurridos el 13 de marzo de 1957, y afirma que la lógica formal no podría explicar los hechos narrados en su libro, pues asaltar un Palacio Presidencial con pocos hombres y escasos armamento y municiones solo es posible explicárselo, precisamente, desde el misterio de Cuba. A tan hondo misterio correspondió la voluntad de Solar de «dudarlo todo» y contrastar toda posible afirmación a partir de la evidencia documental y testimonial, así como la necesidad de esclarecer aspectos controversiales o considerados como «conflictivos» en determinados momentos históricos que ha atravesado Cuba desde el año 1959.

Un punto de controversia detalladamente explicado por Solar reside en la participación de grupos auténticos en la organización del asalto al Palacio Presidencial, los cuales formaban parte de lo que el autor denomina «insurreccionalismo auténtico». Este insurreccionalismo tiene su origen en la Organización Auténtica, y en ese entonces estaba representado por grupos armados diversos cuya figura principal era el expresidente Carlos Prío Socarrás, quien desde las sombras manejaba dinero para armar a algunos de esos grupos que públicamente tenían otros rostros.

Según el investigador, en las acciones y el imaginario de la insurrección auténtica flotaba la idea de un gran asalto a Palacio o un atentado a Batista, e incluso hubo intentos de atentado a Batista en la calle Línea, así como un primer intento de asalto al Palacio que fue frustrado, y buena parte de los complotados fueron capturados.

Existía una contradicción expresa entre los grupos auténticos y los jóvenes revolucionarios nucleados en torno a José Antonio Echeverría y el Movimiento 26 de julio —muchos de los cuales eran ortodoxos—, pues estos dos últimos veían en los auténticos la herencia de gobiernos corruptos, y entre los ortodoxos aún estaba muy presente la convicción dada por Chibás de no hacer pactos y mantener la independencia política.

Sin embargo, en muchas ocasiones los muchachos del Directorio Revolucionario —encabezados por José Antonio— se vieron obligados a trabajar con los auténticos, pues eran, como decían ellos, los que tenían «los hierros». Conseguir las armas y municiones suficientes para una acción de tal envergadura les sería prácticamente imposible sin esta alianza. Por lo cual, para Solar, la difícil decisión de pactar con los auténticos se ampara en la promesa de ser «libres o mártires» en 1956 lanzada por Fidel y José Antonio, que había que cumplir a toda costa.

Este es uno de los casos de nuestra historia en los que se ha debido dejar a un lado la vanidad y realizar pactos políticos de forma táctica, con el fin de alcanzar los objetivos estratégicos. Señala el investigador que los propios jóvenes del Directorio reconocieron este pacto como un ejemplo de confraternidad revolucionaria en pos del objetivo nacional, la liberación.

Las estremecedoras imágenes y el didactismo del profesor de la Universidad de Oriente le permiten recrear el clima de sospecha y muerte que respiraba La Habana, así como logra capturar en anécdotas la audacia y sensibilidad de los asaltantes. Culmina su presentación con el relato de sobreviviente de aquella hazaña, Julio, quien contó que, para llegar al Palacio, los muchachos atravesaron la calle 17 del Vedado, y al pasar por el lado del carro en que iba “el Gordo” se le podía ver el rostro sonriente frente al posible encuentro con la muerte, alegre en el cumplimiento de un deber nacional.

Al culminar la conferencia, el Dr. Torres Cueva elogió la valentía del investigador, dada la complejidad que entraña abordar acontecimientos de los cuales aún hay protagonistas en vida, complicación que puede ser mejor llevada para historiar el siglo XIX, y resaltó la importancia de los resultados expuestos en el libro por tratarse de una reconstrucción real y no idílica de los hechos estudiados, que permitirá comprender mejor la historia del 13 de marzo y poseer fuentes y datos desconocidos.

Para cerrar la presentación del libro fue invitado el Coro Polifónico de La Habana, e interpretaron las piezas «Yo quiero salir del mundo» y «Mulata», de José Martí y Nicolás Guillén, con arreglos de Beatriz Corona y Conrado Molina respectivamente. La jornada culminó en la Galería de arte Jorge Lozano Ross, con la inauguración de la Exposición personal «El amor como energía revolucionaria en José Martí», del artista José Miguel Pérez Hernández, compuesta por piezas alegóricas a la figura del Apóstol desde los ojos de la poeta Fina García Marruz en su libro homónimo.

Cultura y Nación: El misterio de Cuba es un espacio creado en 2016 bajo la inspiración del Dr. Armando Hart Dávalos para tratar temas de relevancia social, política e histórica relacionados con el proyecto nacional cubano. En esta oportunidad asistieron estudiantes de los preuniversitarios Tomás David Roy y Saúl Delgado, un grupo de instructores de arte de toda la provincia de La Habana, compañeros historiadores de las provincias orientales e instituciones de la capital, así como trabajadores de la institución.